¡Decisiones!

Lo último que os conté fue que no sabía como decidir que destinos seleccionar entre todos los que me gustaban para mi posible erasmus.

Mi planteamiento era:

Por un lado los que más me interesaban, desde el punto de vista académico,  eran Helsinki y Glasgow.

Mis padres me animaban a poner como primeras opciones estas dos, pero yo no estaba nada convencida. A pesar de que mi nivel de inglés, después de pasar medio verano en Escocia, no es malo, tampoco es un nivel de sobresaliente. Y claro, no quería quedarme solo con una opción para poder irme de Erasmus.

Por otro lado los destinos que más me gustaban eran los destinos italianos, Roma y Nápoles. Aunque ya nos habían desilusionado con Roma, yo aún seguía teniendo la ciudad en mi cabeza. También pensaba seriamente en la posibilidad napolitana, bonita ciudad, posibilidad de convalidaciones, cercana a Roma... no era mala idea.

Y finalmente los destinos que más se ajustaban a mi titulación eran Oporto y Coimbra, que a parte de esto están muy cerca de mi casa.

Finalmente, tras muchas conversaciones, llamadas informativas, WhatsApp con mis amigas y 24 horas diarias pensando en el tema, conseguí (no se muy bien como) tomar la decisión: 

Decidí colocar en primer lugar una de las que más me convenía, en segundo una de las que más me gustaba y por último una de las que más facilidades me daba... 

Y así, después de una visita a urgencias y un collarín, conseguí que mi amiga Cris me entregase la solicitud.