El final!

Lo siento, mi dispiace, I'm sorry, ho sento, sentímolo, entschuldigung, 遗憾... podría decirlo en muchísimos más idiomas pero es absurdo, creo que ya todos habéis entendido que me estoy disculpando... siiiiii, me disculpo por abandonaros durante tanto tiempo, pero es que este, como todos los finales, ha sido cuanto menos: triste, estresante, ajetreado, movido... En fin, ha sido un final, y los finales, duelen. Si, el final de mi estancia en Nápoles. 

Mi tiempo en la bellísima ciudad de Nápoles terminó un sábado, 21 de junio del año 2014, ese fue el final, ese fue el último día de mi maravillosa vida en la mejor ciudad, en el aeropuerto de Roma Fiumicino, ahí comencé a darme cuenta de que uno de los mejores años de mi vida terminaba irremediablemente, mi año erasmus, ese año que tendrá siempre uno de los lugares mas especiales en mi memoria y en mi corazón, peroooo, recapitulemos, que os abandoné mucho antes de que ese día llegara.

Creo que sería demasiado pesado hacer un recuento punto por punto de todo lo que hice durante esos dos meses finales, además de que necesitaría otros tres blogs para contarlo todo, lo mejor será decir que necesité esos dos meses, al completo, para despedirme de la ciudad, en ese tiempo viaje (sobre todo viajé, entre ellos hice un maravilloso viaje a Croacia con las mejores personas que conocí durante el erasmus), salí, reí, bailé, estudié, me divertí, celebré, canté y lloré... pero sobre todo DISFRUTÉ, disfruté al máximo de mis últimas experiencias nella più bella città al mondo, Napoli, sempre Napoli nel mio cuore!

Hoy, justo 5 meses después de que uno de los mejores años de mi vida terminase, me he decidido a poner punto y final al blog que comenzó cuando empezaba esta aventura. Y diréis: "Ya te vale... 5 meses para decir adiós, ¿en serio?". Pues si, he necesitado nada más y nada menos que 5 meses para poder despedirme y ser plenamente consciente de que el mejor año de mi vida terminó, que se acabó que ya solo quedarán los recuerdos, eso sí, se mantendrán por siempre en mi memoria, pero ya solo podrán ser eso: RECUERDOS.

Hasta hace poco aún me despertaba con la sensación de que no se había acabado, que podría volver a pasear por la cahótica, bulliciosa, sucia, estresante, preciosa, viva, estimulante Napoli, aún creía que podría ir a comer una pizza a Sorbillo, que podría subir de nuevo al Vesubio, que podría pasear por lungomare, que podría tratar de pasar entre los caballos de piazza Plebiscito, que podría admirar la belleza de Napoli desde el castel Sant Elmo con mis amigos, con mi piña. 5 meses he necesitado para ser realmente consciente de que no es así, y que nunca volverá a ser igual a aquel maravilloso año que vivimos juntos. Siii, puedo volver siempre que quiera a mi segunda casa, pero ya nada será lo mismo, todo habrá cambiado.

Hoy, justo 5 meses después de que todo terminara, me doy cuenta de lo muchísimo que echo de menos esos momentos vividos junto las mejores personas con quien podría haber compartido mi erasmus, siiiii, vosotros, mi piña: Sandra, Oscar, Ana, Judit, Irene, Eva, Ale, Jandro, Pequeño, Paco, Matias, German.... siete propio bravi! GRACIAS por compartir conmigo el mejor año de mi vida.

Y si debo dar un consejo a todos aquellos que están teniendo y tendrán la suerte de vivir su eramus en la mejor ciudad del mundo solo os diría que disfrutareis a tope, porque cuando os queráis dar cuenta el mejor año de vuestras vidas habrá terminado y ya solo os quedaran los recuerdos, así que atesorar cada momento como si fuera el último, porque cuando se acabé vuestra erasmus os agarrareis a ellos como a un clavo ardiendo.

Con mucho más que añadir pero sin ganas de seguir llorando como lo hice cuando me iba de la ciudad, al despedirme de Oscar, de Sandra, de Judit, al decir adiós a la residencia, a la ciudad desde el tren (sentada frente a un chico guapísimo, por cierto), al país desde el avión... sin ganas de repetir esas lágrimas me despido de todos vosotros, en realidad no es un hasta siempre, es un hasta pronto, porque aunque no lo creáis sigo en Italia, esta vez trabajando, pero sigo aquí para dar guerra, así que es mucho más que posible que volváis a leerme pronto.

Vi voglio bene a tutti! Ci vedremo presto.