miércoles, 3 de abril de 2013

¡Fui arrastrada!


Ciao!

Hoy os voy a contar como decidí pedir la beca erasmus.

Como adelanté en el título de este post fui arrastrada hacia la beca erasmus, jaja. 
Todo comenzó cuando volví a la facultad, mi amiga Cris nos dijo a Ceci (otra compañera) y a mi que si la acompañábamos a hablar con la coordinadora erasmus para que la informase un poquito sobre la beca; yo en realidad no tenía ninguna intención de pedirla, ni siquiera lo había hablado con mis padres, pero bueno, allá que fuimos a, supuestamente, acompañar a Cris a que se informase.
Entramos las tres en el despacho de la coordinadora y tras casi una hora de charleta, Cris y yo estábamos convencidísimas de que nos íbamos de erasmus y Ceci interesada en el tema.
En principio Cris y yo queríamos irnos a algún destino de habla inglesa, por la importancia del idioma, pero claro, había una prueba de inglés y no teníamos ni idea de cuando era la susodicha prueba y si nos daría tiempo a prepararla. También salimos muy ilusionadas con estudiar un año en Roma, porque ¿a quien no le gusta Roma? 
Como nuestra coordinadora de la facultad solo se encarga del tema académico, nos recomendó que fuésemos a hablar con la chica que lleva lo de relaciones internacionales en la sede central, que a todo esto está como a unos 30 minutos andando desde nuestra facultad.
Bueno pues allá que fuimos las tres, casi 30 minutos después, y tras pasar todo el tiempo hablando de la erasmus, sus destinos, todas las posibles combinaciones que el azar podría tener para nosotras en la selección de plazas y especulaciones sobre la cantidad gente que pediría la beca (incluyendo lo que la gente por la calle nos iba recomendando al oírnos hablar), llegamos a la sede central...

Saludos de una extremeña!

No hay comentarios:

Publicar un comentario