sábado, 28 de septiembre de 2013

Continua mi viaje!

Ciao!

Esta vez escribo pronto para acabar de contar el viaje, que hay bastante que contar, incluso antes de llegar a Napoli.

Pues como iba contando en la entrada anterior, pusimos rumbo a Italia. Tras dos horas y media de vuelo por fin aterrizamos en Roma Fiumcino. Me levanto de mi asiento, cojo mi mochila y al intentar pasar por el pasillo para salir del avión aparece el típico italiano gordo y calvo que me pega un empujón que casi me saca del avión, pero por la ventanilla... Buffff, casi muero, y lo peor es que el tío encima se pone a echarme la bronca... Entro con buen pie en el país, si.

Cuando al fin consigo salir del avión, nos dirigimos a recoger las maletas, deseando que salieran pronto para poder coger el bus que pasaba a las 23.00 de la noche en dirección a Roma Termini.
Nuestro gozo en un pozo, menudo dolor esperar las maletas. Salían 5 maletas y se paraba la cinta unos 10 minutos, y por supuesto nuestras maletas no fueron de las primeras.

Al final como una hora y pico después de aterrizar conseguimos recoger las maletas. Pero ya habíamos perdido el bus que iba hasta Termini, así que optamos por coger el tren, que aunque bastante más caro nos salia mejor de precio que un taxi.

Cuando estábamos en dirección a la estación del tren vemos un cartel que informa de que el último tren sale dentro de 5 minutos. Mierda, pensamos, no nos da tiempo a cogerlo. Menudo cuadro, los dos con tres maletas cada uno a cuestas corriendo hacia el tren. Cuando estamos llegando a la estación nos dice un chico que era el último tren y que nos vendía los billetes. Yo pensé, pero que gente más maja que está dispuesta a ayudarnos... Siiiiiiiii, ESTAFA a la vista, el muy cabrón nos vendió unos billetes falsos.
Por suerte no pasó el revisor y no tuvimos ningún problema y logramos llegamos a Roma, sanos y salvos.

Cuando llegamos al hostel que teníamos reservado, aquello parecía un club de alterne, todo con luces de neón en distintos colores... y encima nos ponen en una habitación en la que había un tío que roncaba como un cochino, impresionante, yo jamás he visto a alguien roncar tanto. Además que no importaba lo que le tirásemos, el tío no paraba... Primero probamos con pequeños trozos de papel, hasta que al final le tiramos el mapa entero a toda la cara, pero ni aún así hubo forma de que dejase de roncar, menuda suerte la nuestra...

A la mañana siguiente nos dirigimos a Termini de nuevo para coger el tren que nos llevaría de camino a Napoli. Esta vez tuvimos bastante más suerte, y un chico super majo nos echo una manilla para comprar los billetes de tren. Desde aquí le doy las gracias por ayudarnos, =).

Nos montamos en el tren, con la hora pegada al culo, para no perder la costumbre y por supuesto no había sitio para sentarnos con las maletas y todo incluido, así que nos pasamos las siguiente 3 horas y pico sentados en el hueco de entre dos vagones....

Pero por fin ARRIVIAMO A NAPOLI!

Napoli.

No hay comentarios:

Publicar un comentario