miércoles, 9 de octubre de 2013

Llegamos a la residencia!

Ciao a tutti!

En el último post me quedé contando que habíamos terminado con vida el viaje en taxi, pues por ahí sigo. Allí estábamos, dos extranjeros con maletas que abultaban más que nosotros, a la puerta de la Universidad Suor Orsola Benincasa. Entramos en la universidad y dijimos la palabra clave "erasmus", y rápido nos mandaron a una oficina en la que la gente estaba comiendo. Que bien, nos dispusimos a esperar pacientemente en la puerta a que terminaran de comer, y cuando comenzábamos a ponernos cómodos salió un señor a decirnos que estaban comiendo y a preguntarnos que queríamos, con toda su cara de mala leche, laro, porque estabamos interrupiendo con nuestras miradas la sagrada hora de la comida. Al vernos las caras de cerca en seguida supo que eramos erasmus y además españoles, por lo que llamó a su compañera, que por suerte hablaba español y rápidamente nos envió a conocer a Giuseppe.

Seguimos sus indicaciones al pie de la letra y ¿donde nos llevaron? Nos llevaron en frente de una bajada de unas 50.000 escaleras o más. Nuestras caras eran un poema, y pensábamos ¿dónde está la cámara oculta? porque no debe ser verdad que tenemos que bajar todas esas escaleras con las maletas. Pero siiii, era verdad, nos armamos de paciencia y valor y comenzamos el descenso de las interminables escaleras. Cuando por fin llegamos abajo, con los brazos destrozados de cargar con las maletas, cual fue nuestra sorpresa al darnos cuenta de que ahora teníamos que volver a subir otro tramo de escaleras... Pues bueno, que íbamos a hacerle, no había más remedio. Descansamos y subimos.

Por fin llegamos donde Giuseppe, era tal y como me lo había imaginado, Andrea y Paula muy buena descripción... Ellas ya me entienden, :).
"Hablamos" con él y una de las poca cosas que logre entenderle fue que teníamos que volver a subir las escaleras del infierno para coger un taxi que nos llevase a la residencia.... A lo que ambos pensamos "ni de coña", nosotros no volvemos a subir esas escaleras cargados con las maletas, si hace falta hago noche aquí, en la propia universidad.
Una vez fuera del despacho decidimos que la mejor idea era parar un taxi en la cuesta y que nos llevara directamente desde alli. Y eso hicimos después de unos 5 minutos negociando el precio y de otros tantos serpenteando por las calle napoletanas, conseguimos llegar a la residencia, no sin antes parar un par de veces en medio de la calle para pedir indicaciones. ¿Donde nos estamos metiendo?

Saludos de una extremeña!

Aquí tenéis una foto de las escaleras del infierno.


PD: Muchas gracias a todos aquellos que me leéis, ya hemos superado las 1000 visitas, :)

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